La respiración debe hacerse por la boca y en tres fases en sucesión más o menos
rápida: INSPIRACIÓN, CONTENCIÓN y ESPIRACIÓN.
INSPIRACIÓN
Conviene llenar la parte media y baja de los pulmones con la
ayuda de los músculos respiratorios (abdominales, intercostales y diafragma).
La inspiración puede ser completa, si llenamos los pulmones en toda su capacidad, o parcial, si sólo tomamos lo necesario para interpretar una frase musical.
La completa no se emplea tanto como parece, en primer lugar porque es menos
cómoda para la emisión del sonido, debido a la mayor presión que ejerce el aire
inspirado sobre la embocadura y, en segundo, porque la articulación del discurso
musical suele hacerse, en general, mediante frases no muy largas que, además de
permitir la respiración en las cesuras, la favorecen desde el punto de vista de la
expresión musical.
En principio, la longitud de la frase determinará la cantidad de
aire a tomar; esta capacidad se desarrolla y automatiza con la práctica. El tiempo
de la inspiración puede ser más largo o más corto, en función del tempo de la
pieza y de la pausa entre los sonidos.
CONTENCIÓN
Los músculos respiratorios, sin necesidad de intervención de la
garganta, deben poder contener el aire a nuestra voluntad. Esta es la fase más
breve de la respiración, pero sirve de toma de conciencia del sonido o sonidos que
vamos a emitir después.
ESPIRACIÓN
Controlada por la acción de los músculos respiratorios. El flujo de
aire debe nacer de una presión ligera y continua de los mismos y adaptarse a la
longitud y expresión de la frase.
En realidad, no se necesita una gran presión de
aire, debido a las características de la embocadura del instrumento, que por ser
de bisel no ofrece resistencia al soplo como en el caso de los de lengüeta o de
boquilla; tampoco se requiere una gran cantidad, porque el sonido subiría en
entonación; podemos decir que, en realidad, lo que conviene es, más que un
soplo, un aliento, como el que empleamos para empañar un cristal.
No se debe
agotar todo el aire inspirado, hay que detener la espiración dejando una pequeña reserva que permita mantener la presión de la columna de aire hasta el final del
sonido para que no baje su entonación.
Cuando se ha inspirado más aire del necesario o no se puede controlar su
presión, es frecuente expulsarlo por la nariz o por los labios entreabiertos; de esta
manera se forma una especie de «válvula» de alivio, que en realidad es más perjudicial que beneficiosa para la interpretación, ya que descontrola la presión de
la columna de aire y hace que éste se agote rápidamente.
Es mejor adecuar la
cantidad de aire inspirado a las necesidades de la interpretación y mantenerlo bajo
control mediante los músculos respiratorios. Otro error frecuente es expulsar el
aire mediante la presión del diafragma, como en el canto o en la técnica de otros
instrumentos de viento; esto provoca que el aire se agote antes y salga con una
presión mayor de lo necesario, estropeando la calidad del sonido y haciendo que
tienda a subir en entonación.
El aire debe expulsarse con una presión ligera, pero
continua, de todos los músculos que intervienen en la respiración pero, fundamentalmente, de los abdominales e intercostales.
La técnica respiratoria es muy importante en el aprendizaje de cualquier instrumento de viento. Es necesario saber como respirar y cuando hacerlo. Además, hay temas en los cuales los motivos, semifrases y frases se suceden sin interrupción alguna ¿Qué hacer entonces, dónde debemos respirar?
He aquí algunas consideraciones al respecto:
1. Aprovechar siempre los silencios para respirar.
2. Respirar siempre por la boca, de una manera rápida y sin separar los labios de la embocadura o separarlos lo menos posible.
3. Enviar el aire a la parte baja de los pulmones sin elevar la caja torácica ni los hombros con el fin de evitar la respiración torácica y favorecer la diafragmática que es la que conviene a los instrumentistas de viento.
4.Tener siempre en cuenta las divisiones estructurales de la melodía al respirar. No hacerlo nunca en medio de un motivo, semifrase o frase.
5.Cuando no aparecen silencios y la melodía fluye de manera continua hay que aprovechar los reposos cadenciales que coinciden casi siempre con la semifrases (4 compases). Si no se llega, también es posible respirar entre motivos (2 compases). La forma de hacerlo es reduciendo el valor de alguna nota larga en relación al contexto y aprovechar el hueco así creado para respirar.
Veamos cómo se realiza:
En primer lugar, la laringe debe estar relajada; el conducto formado por el paladar y
la lengua llevará el aire insuflado hasta el canal de la flauta, rozando al pasar los incisivos
superiores y el labio superior; el control del flujo de aire se hará, como ya hemos dicho,
mediante los músculos respiratorios. La mandíbula inferior no debe descolgarse
demasiado, porque la lengua quedaría muy baja e influiría en la calidad del sonido, la
afinación y la articulación; sólo debe abrirse lo justo para alojar con naturalidad
la embocadura de la flauta entre los labios.
Es necesario controlar el volumen, la presión del aire y la colocación de la resonancia
del sonido. El volumen de aire se controla por medio de los músculos respiratorios.
La presión, en la laringe y el conducto formado por la lengua y el paladar. La resonancia, en los llamados resonadores craneales. Dejamos pasar menos aire a más presión
y colocamos el sonido «delante» (sensación de sonido nacido en la cara), o más aire a
menos presión y colocamos el sonido «atrás» (sensación de sonido nacido en la cavidad
bucal). Esta compensación volumen-presión-colocación del aire es necesaria para equilibrar la afinación y la dinámica fuerte-débil dentro de las posibilidades que permite la
flauta de pico. Aplicaciones:
- Los sonidos fuertes llevan más volumen de aire a menos presión y colocación
del sonido atrás. Los sonidos débiles, menos volumen a más presión y colocación del sonido delante.
- Las notas graves requieren más volumen a menos presión y colocación del
sonido atrás; a medida que subimos hacia las notas agudas emplearemos
menos volumen, más presión y colocación delante.
Bajo este epígrafe vamos a tratar todo lo relacionado con la posición del cuerpo,
brazos, manos y dedos, es decir, la relación entre el instrumento y la expresión corporal
necesaria para la interpretación musical a través de él.
- Podemos ver en la primera imagen el uso de los codos y brazos- Podemos ver en la segunda imagen la postura del torso y hombros
En esta imagen podemos ver la postura de la Espalda, si estamos sentados.
POSICIÓN DEL CUERPO Y BRAZOS
La posición del cuerpo ha de ser lo más natural y relajada posible. Podemos tocar
sentados o de pie; en cada caso habrá que tener en cuenta algunas cosas.
Sentados
Habrá que hacerlo en la parte delantera de la silla para no poner trabas a la
respiración y a la emisión del sonido; la espalda recta, no encorvada, por salud postural;
hombros, cabeza y cuello relajados; codos en su posición natural, ni demasiado despegados del cuerpo ni demasiado pegados; no se deben cruzar las piernas porque dificultaríamos la respiración y la emisión del sonido; tampoco deben estar ni demasiado
abiertas ni demasiado cerradas, en una posición natural.
De pie
El cuerpo debe buscar una posición cómoda, para ello lo mejor es abrir los
pies lo suficiente como para proporcionar una buena base de apoyo que reparta el peso
del cuerpo equilibradamente; tampoco debemos curvar la espalda, elevar los hombros
innecesariamente o bajar la cabeza; en este sentido, como medida, el eje de la flauta y el
del cuerpo deben formar un ángulo de alrededor de 45 grados. Los brazos, igual que
antes, ni demasiado despegados ni demasiado pegados al cuerpo.
Jóvenes enviar el avance de esta sesión, desarrollada en el cuaderno.
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