Sabemos
que la aptitud musical es innata mientras que no lo es aprender a descifrar un
sistema de signos, que se trata de una destreza.
En el funcionamiento del código musical encontramos muchas similitudes con otros códigos conocidos como las lenguas naturales (idiomas) o artificiales (como el Morse) etc.
Al
igual que ocurre con el lenguaje, primero lo escuchamos, luego lo reproducimos,
aprendemos a leer y posteriormente a escribir. Cada uno con sus dificultades
individuales pero todos llegamos a saber leer y escribir.
Algunos vestigios arqueológicos de la época
corroboran la utilización del alfabeto para representar las notas musicales. El
vestigio más importante es el EPITAFIO DE SEIKILOS (es un fragmento de
inscripción griega tallado en una columna de mármol puesta sobre la tumba que
había hecho construir un tal Seikilos para su esposa Euterpe. Este Epitafio contiene lo que parece ser un
sistema de notación musical, ya que encima del texto hay letras del alfabeto
que parecen representar notas musicales y algunas líneas y puntos que parecen
indicar la duración de cada nota. Este sistema de notación musical
representaría la altura y la duración del sonido, lo que hace posible tener una
visión muy aproximada de la sonoridad de esa música tan antigua.
Siglos después, hacia el 400 a.C., los griegos
empleaban un tipo de notas musicales con
letras para identificar sonidos: se trataba de
puntos y líneas que indicaban el ritmo, el
movimiento de la pieza musical y la
naturaleza de los sonidos.
En torno al año 800 surgió en Europa la idea de
indicar o señalar los movimientos de una melodía y se creó un sistema de signos
ascendentes y descendentes. Se emplearon una serie de acentos sobre las
palabras o letra del cantable, del canto llano, para que sirvieran de
recordatorio y aviso a los monjes cantores.
Las notas musicales se denotaban mediante letras: quince en total.
Un sistema de pneumae o símbolos taquigráficos sobre las palabras del texto a
cantar indicaba el tono en el que debía hacerse:
·
Un punto indicaba una nota
corta
·
Una línea ondulada representaba
un grupo de dos o más notas
·
La altura de la nota se
indicaba apartándola más o menos del texto.
Guido d’Arezzo introdujo también un sistema de líneas paralelas al texto para
representar ciertas notas, de modo que el intervalo entre el texto y las líneas
fuera más fácilmente discernible. En su tiempo música, magia y matemáticas
participaban de una naturaleza común.
EVOLUCION DE LA NOTACION
MUSICAL
Hacia
el año 1200 Franco de Colonia (conocido
también como Franco Teutonicus) añadió la notación alusiva al ritmo, al tiempo
musical, de lo que habló en su libro Arte de la música
mensurable, donde distinguía cuatro longitudes de notas:
semibreve, mínima, negra y corchea.
Acababa de nacer la base de nuestro sistema de notas musicales actual.
El
sistema moderno de notación o escritura musical, con sus claves, notas y
pentagramas data de principios del siglo XVII. En el XIX, el sacerdote y músico
inglés John Curwen, que enseñaba canto, desarrolló con ayuda de una dama
llamada S.A.Glover la notación actual, instituyendo el sistema tónico: “do, re,
mi, fa, sol, la, sí”, facilitando de ese modo el estudio del solfeo y la
lectura de la música a primera vista.